Ya ha pasado un poco más de un mes desde que seis chicos leoneses junto con una de nuestras profesoras emprendieron su aventura estadounidense en Wabash, Indiana. ¿Queréis saber cómo les fue su primera semana? ¡Atentos!

El pasado jueves, 31 de agosto, de madrugada seis alumnos se reencontraban con su profesora en la estación de autobuses de León para emprender un largo viaje hacia la T4 de Madrid. Los chicos llegaban ilusionados, nerviosos y sobre todo muy cansados a su destino, donde conocieron a otros chicos de otras partes de España con los que iban a vivir la experiencia en Estados Unidos. Tras facturar y pasar el control de seguridad en el aeropuerto de Madrid los chicos tuvieron tiempo para desayunar, charlar, hacer amigos, jugar e incluso dormir en el suelo sobre su mochila.

Por fin legó el momento de coger el avión destino Chicago, que duraría nada más y nada menos que casi…¡10 horas! A pesar de que el vuelo se les hizo muy largo los chicos gestionaron muy bien su tiempo, vieron películas, comieron, jugaron, charlaron con el resto de participantes y sobre todo durmieron. Cuando llegaron a Chicago los chicos ya empezaron a pronunciar una de las frases míticas de estos primeros días “me siento como en una película”, ya que alucinaron con los policías americanos, una máquina de muffins, las tiendas, la gente étc. En este aeropuerto los chicos tuvieron que coger sus maletas de las cintas para después volverlas a facturar, ya que tuvieron que pasar el control de aduanas para poder ir al siguiente vuelo destino Fort Wayne, Indiana.

A los chicos les sorprendió lo pequeño que era el avión que les iba a llevar a Fort Wayne, este vuelo se les hizo más corto de lo que pensaban ya que les dieron pretzels, galletas y agua, pero también porque solo duró media hora, que comparado con el anterior, no era nada. Cuando llegaron al destino cogieron sus maletas y conocieron a la coordinadora del programa en Wabash y además era la hostmum de una de nuestras chicas. Cuando salieron fuera del aeropuerto los chicos volvieron a pronunciar la famosa frase “me siento como en una película”, ya que les estaba esperando nada más y nada menos que un autobús de colegio amarillo típico de todas las películas americanas.

El bus les llevó al Wabash High School, donde estaban todas sus familias esperando con carteles de bienvenida ansiosas por conocerles y compartir su día a día con ellos.

El viernes a primera hora los chicos se reunieron con el resto del grupo en el instituto para irse a su primera excursión, en la que, por supuesto, su medio de transporte fue un autobús escolar de los Apaches de Wabash. La primera parada del día fue en un centro comercial exterior en Fort Wayne donde los chicos pudieron pasear, comprar y probar la famosa “fast food” de Estados Unidos, la cual les encantó. La siguiente y última parada de la excursión fue en Sweetwater, un lugar dedicado a la música, donde los chicos se lo pasaron bomba probando todos los instrumentos e incluso tirándose de un tobogán gigante que había dentro del edificio. Cuando la visita terminó los autobuses llevaron a nuestros chicos al High School para que se reuniesen con sus familias para ir a cenar y pasar el fin de semana.

Ese fin de semana fue puente en todo el país, ya que el lunes 4 de septiembre fue el Labor Day, nuestro día del trabajo, que por supuesto es festivo nacional, por lo que los chicos tuvieron mucho tiempo para conocer, adaptarse y disfrutar de sus familias americanas. Nuestros chicos hicieron de todo durante esos días: fueron a un mercado, jugaron al baloncesto, acompañaron a misa a sus familias, pasearon por Wabash y Fort Wayne, uno de nuestros chicos fue a Indianapolis, comieron platos típicos americanos, montaron en tractores, fueron a una fiesta en la piscina, e incluso uno de nuestros chicos ¡fue a una boda con la camiseta de la ponferradina! La verdad que se adaptaron súper rápido y desde el minuto uno estaban viviendo la experiencia al máximo, lo que es todo un lujo.

El martes después del largo puente los chicos se reunieron en el High School con el resto del grupo para ir a su segunda excursión, que fue conocer todo el centro de Wabash. Nuestros chicos son tan importantes para la comunidad de Wabash que fueron invitados al ayuntamiento de la ciudad donde recibieron un discurso de bienvenida del propio alcalde de Wabash. Durante la mañana los chicos también conocieron dos teatros de la ciudad, un museo de historia, un hotel precioso y comieron pizzas de queso, pepperoni y la típica salchicha americana. A las tres de la tarde volvieron al instituto para dirigirse a la sala de actos, donde conocieron a sus ambassadors, que son estudiantes americanos con los que nuestros chicos iban a ir a clases en el instituto, entrenamientos o a cualquier otra actividad del High School. Nuestros chicos se quedaron en el colegio más tiempo, ya que estuvieron esperando a que fuera la hora del soccer match del Wabash High School. Durante el partido disfrutaron muchísimo de la experiencia y comenzaron a hacer piña con muchos de los “ambassadors” y otros estudiantes americanos, la verdad que acabaron muy contentos.

El miércoles los chicos comenzaban el día nerviosos pero muy ilusionados, ya que era su primer día de clases en un instituto americano. Al llegar al hall del colegio, cada uno de ellos se reunía con su “ambassador” para ir a las clases. Lo que más sorprendió a los chicos fue lo diferentes que eran respecto a las de España. El lunch lo hicieron en el comedor del instituto, típico de una película americana. A pesar de que las clases terminaron a las tres y media de la tarde la mayoría de ellos se quedaron en el instituto para entrenar al soccer o simplemente para ver el entrenamiento.

El segundo jueves del viaje los chicos solo fueron a sus dos primeras horas de clase, ya que a las 10:15 se reunieron con el resto del grupo de españoles para irse a su tercera excursión. La primera parada fue en la Universidad de Huntington, donde a los chicos les regalaron una camiseta de la uni nada más llegar. Les sorprendió lo grande que era y la cantidad de edificios y jardines que tenía. Nuestros chicos pudieron comer en el restaurante-buffet de la universidad, lo cual les encantó ya que podían servirse ellos mismos helado de postre, la verdad que todo muy americano. La segunda parada de la excursión fue en el centro de Fort Wayne, donde los chicos pudieron pasear y ver un campo de baseball. Por último, fueron a “Grabill County Fair”, que es un típico mercado americano situado en un poblado de Amish. Los chicos se lo pasaron muy bien en este mercado, ya que jugaron al lanzamiento del huevo, probaron productos típicos, descubrieron tiendas muy curiosas y sobre todo vieron a los Amish montados en carros empujados por caballos, lo cual les gustó mucho conocer. Después de un largo viaje los chicos llegaron al Wabash High School donde estaban esperando sus familias americanas para llevarles a casa a dormir después del largo día.

En el siguiente blog os contaremos más aventuras de “Leoneses por Wabash” ¡Vamos Wabash!

CMD Languages Blog - English Teaching, Translation, Travel and Culture

Leoneses por Wabash, Indiana Parte I

BARMBRACK (Báirín Breac)

Aprendiendo inglés en España